El despertar 

@lisethrodriguez

Los grandes problemas sociales que se derivan de las diferencias entre ricos y pobres, ideológicas, religiosas o políticas, van dejando una huella de resentimiento y odio en la colectividad, a parte de los problemas individuales de toda índole que se registran a lo largo de nuestras vidas como lo son las enfermedades, perdidas de seres queridos, rupturas sentimentales, el constante auto saboteo e infinidad de obstáculos.

Esto genera traumas de todo tipo, de los cuales podemos o no, hacer conciencia en algún momento, algunos los trabajamos y sanamos, otros definitivamente quedan tan marcados que difícilmente podemos dejar de llevar una vida cargada de muchos errores, donde todo nos causa dolor y sufrimiento y la vibración que se genera es de un constante estado de víctima, porque a mí, todo me pasa a mí, aferrados a un pasado, culpándonos por los errores cometidos, por las oportunidades que se dejaron pasar y esto queridos amigos es un desperdicio de energía que pudiéramos estar aprovechando para crear nuevas realidades, dejar de actuar con resentimiento y empezar a ser felices.

Llego la hora de despertar espiritualmente a nivel individual, esto puede marcar la diferencia en la sociedad, dejar atrás antiguas creencias, empezar a integrar la conciencia de confianza, seguridad, amor, placer, detonar el verdadero crecimiento hacia mentes brillantes, inteligencia, reconocimiento de la jerarquía en la tierra por el hecho de ser hijos de nuestro creador, con un sentir conectado a una emotividad sana, sensible pero estable, con una gran intuición desarrollada para poder ver más allá de lo que perciben nuestros ojos físicos, donde podemos conquistar otras verdades.

El despertar espiritual, nos invita abrir la mente a una nueva conciencia a la búsqueda del re conocimiento, la iluminación y la responsabilidad, en cuanto desalojes los pensamientos negativos que te limitan, se enciende la luz en el camino, las cosas cambian y comienzas a ser inmensamente feliz.

Quiere y déjate querer en Armonía perfecta para todos.