martes, 17 de septiembre de 2013

Una verdad relativa…

@lisethrodriguez


Este mundo que observamos es el que nosotros estamos representando, es una proyección ambivalente de nuestro Ego, de la parte oscura de nuestra mente, y es por eso que se trata de un mundo de tiempo y no eterno, está regido por la dualidad, por los polos positivo y negativo, lo agradable y lo desagradable, lo bueno y lo malo, lo oscuro y lo luminoso, todo se combina aquí.


Nos preguntamos entonces ¿Cómo debemos hacer para ponernos a tono con Dios y ser una extensión de él?
La respuesta está en cada uno los seres humanos habitantes de este hermoso planeta,  hacernos CONSCIENTES y RESPONSABLES, cuando nos hacemos conscientes de nuestro poder y responsables de nuestros actos, en ese momento estamos reflexionando e integrando, comienzan aparecer frente a nosotros, toda la información para sincronizar  nuestras energías vitales, alojadas en ambos hemisferios cerebrales femenino y masculino y la diosa en nuestra columna vertebral, nos conecta con todo el potencial, con ese reservorio de sabiduría que está disponible para todos y que fue heredada por la máxima Deidad, nuestro creador, en conexión con la madre tierra.
Nos hacemos conscientes de nuestra verdad y la percepción cambia, vemos  el mundo de otra manera, por fin el ser humano reconoce a través de sus tres poderes, su deidad y la conquista plena, sin fantasmas, de su semejanza con su Padre-Madre, El Creador.
Existen dos espacios en el cual vemos la iluminación, la sabiduría y en el otro los condicionamientos, el apego, se trata de:  lo real que es la vida eterna, la belleza, aquello que es para siempre, que tiene un valor de eternidad, lo irreal pertenece al ámbito del tiempo, las guerras, el malestar, el dolor, la dualidad, los programas heredados, enfermedades hereditarias o las energías discordantes como el auto castigo, el temor o la culpa, esto aunque nuestros 5 sentidos puedan percibirlo, no está allí.
Percibirlo es proyectarlo por eso cuando observamos el mal es porque algo en nosotros de alguna manera está haciendo ejercicio de proyección como si fuéramos imagen de una película, en algunos casos proyectamos, miedo, celos, violencia, envidia, paz, amor, a través de estos escenarios: personas, colores, olores, objetos, minerales, animales, naturaleza, etc., se nos presentan para internalizar y concientizar algún acontecimiento, por ende, integramos y transformamos,  reconocemos,  El Amor y La Intuición del Femenino, la Acción y la  Racionalidad la energía del Masculino, conociendo nuestro amor propio, nuestra valía, los desafíos y esa seguridad que nos permite anclarnos con la energía de la Diosa.
Continúa….
No podemos quedarnos mirando lo que hay, debemos mirar otras cosas y hacerlo diferente. Evolucionar, Unificar…En Armonía perfecta para todos. Abrazos y sonrisas!

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